jueves, 30 de junio de 2016

Un poema como guía

Durante estos últimos días de despedida, varios de nuestros amigos nos han regalado fragmentos de este precioso poema de Kavafis -me lo llevo en el cuaderno de Ramón y de Irene, en el correo de Alberto...-. En él se recoge la esencia de lo que es el viaje. Y como estoy segura de que todos vais a emprender alguno este verano, ya sea más corto o más largo, físico y vital, os lo dejo aquí para que lo disfrutéis todos:



VIAJE A ÍTACA

Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.

Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.

Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.

Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin esperar a que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Ítacas.

viernes, 24 de junio de 2016

Recordando viejos tiempos...

Primer viaje juntos a Centroamérica. Estamos subidos en lo alto de una pirámide maya, en el yacimiento arqueológico de Tikal, Guatemala, en el verano de 1999. Detrás de nosotros, la selva y muy al fondo se vislumbra la cúspide de otra pirámide, gemela de la nuestra, aunque se ve mal. 
¡Tampoco hemos cambiado tanto! ¿verdad?

lunes, 20 de junio de 2016

¿Por qué "Iberoamérica"?

¿"Latinoamérica", "Hispanoamérica" o "Iberoamérica"? Le he dedicado un buen rato a decidir cuál de estos tres términos -también está la versión América Latina- sería el más adecuado para utilizar en este blog y en este viaje en el que vamos a pisar fundamentalmente tierras de habla hispana, pero también algo de influencia portuguesa, pues esperamos llegar a Manaos, Brasil. 
Tenía siempre presente en mis cavilaciones el título de un Simposium celebrado en Cáceres en 1990 -cuando yo estudiaba en la Facultad de Filosofía y Letras- al que asistí con verdadero entusiasmo: "Lo real maravilloso en Iberoamérica. Relaciones entre Literatura y Sociedad". A lo largo de las conferencias se utilizaron, obviamente, los tres o cuatro términos a los que antes me he referido, pero en el título se había optado por "Iberoamérica" y frecuentemente se aludía a la "literatura iberoamericana". Si gente tan sabia y tan instruida se había decantado por esta terminología, por algo sería.
Así es que me puse a leer algo sobre el tema y, al final, nos han convencido a los dos las tesis del fallecido filólogo Santiago de los Mozos, quien explica que "Iberoamérica" sería la terminología "más precisa" para hablar de la zona geográfica de influencia española y portuguesa, aunque él siempre utilizó "Hispanoamérica", incluso para referirse al área lusófona de Brasil porque, al menos hasta 1640 -año en que los portugueses se separaron política y administrativamente de sus hermanos peninsulares-, siempre se consideraron españoles.
Él explica muy bien cómo el término «América Latina» se usa por primera vez, a mediados del siglo XIX, en la Francia de Napoleón III como «una operación del imperialismo cultural francés ante la evidente decadencia española y la desmembración de su imperio, luego de la independencia de la mayoría de los países hispanoamericanos del primer tercio de siglo» y cómo tal expresión fue concebida como  un arma lingüística para socavar la huella española.
Así es que, al final, el término elegido fue el de "Iberoamérica", el término medio y más preciso para referirnos a esta zona geográfica en la que es patente la influencia de la Península Ibérica, no solo la de España. 
Si queréis leer un resumen de las tesis de este filólogo sobre el tema, os recomendamos este enlace:

http://www.abc.es/cultura/20121219/abci-latinoamerica-hispanoamerica-iberoamerica-201212191312.html

martes, 14 de junio de 2016

Antes de partir...

Antes de partir, nos gustaría contaros por qué este proyecto, por qué "Destino Iberoamérica". Dice Javier Reverte en El sueño de África: "creo que la única obligación que tiene el hombre en esta tierra es realizar sus sueños". Y eso es precisamente este viaje que vamos a emprender: un sueño que parece que se va a hacer realidad. El primer viaje de verano que Julio y yo hicimos juntos fue nada más y nada menos que a Yemen. ¡Qué pena que hoy ya no se pueda ir allí! Y enseguida ocuparon el protagonismo en nuestros viajes los países hispanoamericanos: la ruta maya en 1999 (con Guatemala, Yucatán, Belice, algo de Honduras...), luego Perú, Bolivia, Costa Rica, Nicaragua, Argentina... Desde muy pronto empezamos a fantasear con la idea de hacer un viaje largo a Hispanoamérica. Y decíamos: "cuando seamos mayores y hayamos ahorrado, nos pediremos los meses sin sueldo que la normativa nos permita y haremos ese viaje". Bueno, pues por lo visto, ya nos hemos hecho mayores y ya hemos ahorrado algo. Sentimos que ahora es el momento.
No ha sido, sin embargo, una decisión fácil: como nos ha enseñado Alberto, que sabe mucho de Filosofía pero también un montón de emociones, cuesta bastante salir de nuestra zona de confort, -la zona de lo sabido, de lo conocido, donde nos movemos como peces en el agua- para adentrarnos en una zona de aprendizaje, de aventura. Por eso os agradecemos a todos los ánimos que nos habéis dado, la ilusión y la emoción que habéis mostrado cuando os lo hemos contado, también los ratos que algunos me habéis dedicado ayudándome a superar esas ideas irracionales que están tan arraigadas a veces en nosotros y que nos paralizan. Preparaos para cuando volvamos: necesitaremos un montón de ratos de cañas y vinos para contaros tantas experiencias como vamos a vivir, tantas cosas como vamos a aprender. Mientras tanto, podemos estar en contacto a través de este blog, al que nos encantaría que nos escribieseis, y en el que iremos dando cuenta, en la medida que podamos, de las sensaciones y vivencias de nuestro viaje.

Si queréis saber más sobre este asunto de la zona de confort, la zona de aprendizaje y  atreverte a realizar tus sueños, os recomendamos este vídeo que podéis ver en este enlace:

http://www.teatrevesasoñar.com