domingo, 14 de agosto de 2016

Unos días en los Altos de Guatemala: Nebaj y Todos Santos Cuchumatán.

La zona del Altiplano de Guatemala, lo que aquí llaman los Altos, es la más espectacular del país, paisajísticamente hablando. De ella forman parte también Chichicastenango y la zona del lago Atitlán, pero para ver sus espectaculares montañas hay que subir hasta la cordillera de los Cuchumatanes, de fácil acceso en transporte público. Dos son los pueblos que hemos visitado: Nebaj, el más importante de los tres que configuran el triángulo de etnia ixil, y Todos Santos Cuchumatán, el más grande de los de la cordillera que le da nombre. Ambos fueron de los que más sufrieron los efectos de la larga guerra civil guatemalteca, durante la cual abundaron las masacres y desapariciones de indígenas en la zona. No quiero abrumar con datos que se pueden consultar en cualquier guía, pero me parece que es importante  mencionar esto para entender la peculiaridad de esta zona: parece ser que, entre los años 78 y 83, el ejército desplazó o asesinó a 25000 indígenas ixiles -de una población de 85000- como medida para frenar la actividad guerrillera en la zona. En cuanto a Todos Santos, es un pueblo que sufrió también terriblemente las consecuencias de la guerra; las cifras hablan de 2000 indígenas asesinados en este pueblo durante la guerra civil.
El recuerdo que tenemos de Nebaj, cuando estuvimos en el año 99, es el de un pueblo frío y gris, con poca gente por la calle, silencioso y con no demasiada población indígena. Ahora nos damos cuenta de que, cuando estuvimos, la guerra civil había terminado hacía tan solo tres años, pues los acuerdos de paz entre el gobierno y la guerrilla no se firmaron hasta el 96. De hecho, coincidimos allí con militares españoles que estaban en la zona en misión de paz, supervisando el cumplimiento del alto el fuego. Por suerte, en esta ocasión nos hemos encontrado con un Nebaj muy diferente: hacía frío pero también mucho sol, el pueblo estaba en fiestas, la iglesia había sido restaurada y un montón de mujeres indígenas lucían sus preciosos trajes tradicionales y llevaban en la cabeza sus vistosos tocados, de los más bonitos de Guatemala. Aquí vimos por primera vez el típico baile de moros, que luego encontrariamos también en Todos Santos, con máscaras que bailaban al son de la marimba, fuegos artificiales y todo un cortejo de ixiles ataviados con sus mejores galas, que desfilaban y se desplazaban con la fiesta de una zona a otra del pueblo. A pesar de las dificultades, los habitantes de Nebaj mantienen sus tradiciones, hablan la lengua ixil y luchan por ganar para sí mismos un futuro digno. Ha sido una maravilla volver y encontrarlo tan cambiado para mejor, como lo ha sido también volver a Todos Santos Cuchumatán, ubicado en un hermoso valle rodeado de montañas espectaculares. Esto es vida rural en estado puro, sin turistas, sin restaurantes, sin bares, con un único sitio digno donde alojarse y con un montón de rutas para hacer senderismo. 
Todos Santos también estaba en fiestas, cuyos protagonistas eran los estudiantes del recientemente creado INEB. Cuando vinimos la primera vez, solo había escuela, que visitamos y en la que hasta me tocó dar una clase -no me quiero ni acordar de lo mal que lo pasé- pero ahora hay ya muchísimos adolescentes y jóvenes en el Instituto. Ellos llevaban los disfraces en el baile de moros, vitoreaban a los toros de fuego que ardieron cuando se fue el sol y montaron una fiesta parecida a nuestro concurso de talentos del ÍES Al-Qázeres, en la que muchos compartieron sus habilidades para la poesía, la canción y el teatro. Y todo, bajo la mirada atenta de los adultos ataviados, como la mayoría de los jóvenes, con sus trajes típicos, entre los que destacan, por raro que parezca, los de los hombres: pantalón de rayas rojas, zahones de tela negra con botones en las ingles, camisa de rayas de colores, zamarras, puños y cuellos tejidos en telares... En fin, un espectáculo que parece mentira que pueda seguir conservándose. 
La pobreza y las dificultades han hecho que muchos habitantes de Todos Santos emigren a Estados Unidos, y eso se nota en la progresiva incorporación de algún elemento de ropa americana al traje tradicional, solo entre los jóvenes, claro. Pero, aun así, las mujeres siguen tejiendo huipiles en sus telares y elaborando algunos de los tejidos más bonitos de todo el país. Esperemos que los Todosanteros sean capaces de lograr una vida mejor sin renunciar del todo a lo que los hace únicos e irrepetibles. 
















3 comentarios:

  1. Me encanta:'Escuela Oficial Urbana Mixta'. Nuestros adolescentes sí que alucinarían con un intercambio con esa escuela. Pena de kilómetros. Seguid disfrutando y contándolo, por favor.

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  2. Isabel, no creas que no me gustaría hacer un reportaje fotográfico de las escuelas que vamos viendo, porque te puedes imaginar los escasos recursos con los que trabajan los maestros. Por cierto, también en Guatemala, pero sobre todo en México, los maestros están en pie de guerra luchando contra la privatización de la enseñanza. Hay bastantes cortes de carreteras y cierta tensión. Pero lo peor es que ha habido enfrentamientos fuertes y hasta ahora hay 43 maestros "desaparecidos". Una verdadera tragedia. Veremos.

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  3. Coro, seguro que el resultado de ese reportaje sería muy interesante. Pobres maestrinos. ¡Qué coraje! Un abrazo y seguid abriendo vuestros ojos.

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