
Tikal, verano del 99
Guatemala, como buena tierra Maya, también tiene sus ruinas. Un viaje a este país sin visitar Tikal, en la regional del Petén, se queda un poco cojo, pues uno tiene la sensación, bastante acertada, de que se está perdiendo algo importante. Nosotros estuvimos aquí en el 99, pero Juana y Amalia se han quedado sin conocerlas y nosotros, sin volver a verlas. Cosas del destino o de la suerte o como queramos llamarlo. Para ver Tikal hay que llegar hasta Flores, una islita preciosa rodeada por un lago, de ambiente tropical y selvático, y también una palicilla de viaje si no se viene para ver las ruinas, que son impresionantes. Pero no ha podido ser: el mismo día que llegamos nos avisaron de que al día siguiente no podríamos visitar las ruinas porque los trabajadores del yacimiento tenían bloqueada la entrada pidiendo mejoras salariales. No nos lo podíamos creer, sobre todo porque las agencias turísticas seguían vendiendo visitas a Tikal como si no pasara nada. Luego nos enteramos de que una vez allí llevaban a los turistas a un parque cercano y santas pascuas. Así pasamos nuestro primer día esperando que trabajadores y gobernantes llegaran a un acuerdo. Por la tardé llegó la alegría cuando nos enteramos de que Tikal había abierto. Son los principales ingresos turísticos de Guatemala y los mandamases no se lo podían permitir. Pero por la noche llegó la verdadera tormenta: pasamos la noche en vela, oyendo caer la lluvia y azotar el viento. El huracán Earl había entrado por Belice y se dejó notar en las costas de Guatemala y en el Petén, así es que a las cinco de la mañana nos anunciaron que la carretera a Tikal estaba cortada por árboles caídos. De cualquier manera, con la lluvia y el viento que hacía habría sido imposible pasear por el yacimiento. Otro día de asueto, sin luz, sin internet... Un día para ser y estar, nada más. En fin, que los planetas se alinearon para que no fuéramos. Ellos sabrán por qué. A lo mejor es que quieren que volvamos una tercera vez. Bueno, pues no saben con quiénes la han dado. Que se preparen, que volveremos.
Juana, Amalia, no desesperéis. La próxima vez iremos juntos y tendremos más suerte. De todas formas, seguro que habéis disfrutado de ese día de meditación.
ResponderEliminarPor cierto, Juan, no me digas que no es genial la redacción de los titulares. ¡No utilizan ningún artículo! Este curso podemos usar las fotos cuando veamos El Español de América, ¿no? Besos.
ResponderEliminarMe encanta..seguid escribiendo.
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